La vida moderna ha traído consigo una enorme cantidad de nuevos tipos de “trabajos”, los cuales buscan satisfacer necesidades que hace unos pocos años atrás, ni siquiera sabíamos que teníamos, como por ejemplo la persona en bicicleta que trae la comida para el almuerzo o la cena, también la persona que conduce el auto que te lleva al lugar donde debes estar, así como también la persona que realiza una tarea puntual al otro lado del mundo.
Lo anteriormente expresado solo es una pincelada de la enorme cantidad de “pequeños trabajos” que han ido apareciendo con el transcurso del tiempo, trabajos que buscan satisfacer esas pequeñas necesidades que vamos teniendo en el transcurso del día y que nosotros estamos dispuestos a dejar que otra persona las haga a cambio de una pequeña tarifa. A este nuevo mercado laboral, es al que se le conoce como trabajos tipo “Gig” y que componen la “GigEconomy”.
El concepto “GIG”, es una palabra gringa que tiene la idea de ser un trabajo que requiere de poca especialización y que por el cual se paga una pequeña cantidad, por ejemplo, en estados unidos, las bandas de garaje, las que recién comienzan a tocar sus propios temas; hablan de “Gig” cuando tienen una pequeña “tocata”, por otro lado para los maestros chasquillas un “gig” sería cuando hacen un pequeño trabajo que consiste en un arreglo menor en una casa.
En las situaciones descritas anteriormente, hay un concepto que es transversal a todos los trabajos de tipo “gig” y es el bajo valor pagado por la realización del mismo. Esto es aplicable también a todos los trabajos que se pueden encasillar en esta categoría, por ejemplo los trabajos a través de app’s de transportes de personas, de transporte de comidas y de productos.
Como en todo ámbito de cosas, hay quienes están a favor y en contra de los trabajos de este tipo, ya que se pueden ver como trabajos muy precarizados, donde se paga poco por unidad de tiempo y que además, debido a la forma en que esta estructurado el negocio, muchas veces este trabajo no paga seguros médicos ni pagos previsionales. Pero por otro lado se ve como un “valor” la flexibilidad que este tipo de trabajos conlleva y la idea de decidir “cuando” y “cuanto” trabajar, en definitiva esta la idea de ser uno mismo el “jefe”.
Quienes pueden estar a favor, muchas veces son dueños de empresas pequeñas, que ven en esta nueva forma de trabajar una relación más horizontal con sus trabajadores y de alguna manera defienden este nuevo tipo de libertad en la forma de trabajar.
Por otro lado las personas que se encuentran en el otro lado de la vereda, son quienes ven este tipo de trabajos como actividad de que apenas dan una cantidad para vivir el día a día y que la supuesta libertad que se promete no es más que una nueva forma de esclavitud, ya que si bien en ciertos momentos diferentes actividades pueden entregar una remuneración adecuada, esto no es la norma si no que son ocasiones o fechas particulares.
En complemento a lo anterior, al no haber una relación laboral directa con el empleador, ya que este empleador muchas veces es una app que ni siquiera tiene residencia en el país en el que opera, no paga beneficios sociales a las personas que trabajan en ella, aumentando de esta forma la precarización de los trabajadores.
Pero si las desventajas que podemos ver en esta GigEconomy están tan claras, entonces como se explica el aumento exponencial en la cantidad de personas que operan dentro de dichas plataformas. Ya que si tomamos como referencia las aplicaciones de transporte en Chile y, en base a recientes datos entregados por la asociación de empresas de transporte de aplicaciones, se indica que hay alrededor de 170 mil personas inscritas como conductores en las aplicaciones, en cambio la cantidad de taxis debidamente registrados en la región metropolitana, son un poco más de 30 mil (y no se dan más licencias de este tipo).
Ahora el ejemplo anterior detalla ciertas características que en si mismas explican la enorme diferencia, ya que por un lado, para inscribirse en una aplicación de transporte solo en necesario tener un teléfono y un vehículo; en el caso de los taxis, el auto debe tener una pintura determinada, tener una patente especial, por la cual se paga una cantidad no menor y tener una licencia de conducir de tipo profesional.
Hablando ahora, de los motivos que llevan a una persona a incorporarse a este tipo de trabajos, podría detallar unos 20 motivos distintos y aun así estaría dejando muchos sin nombrar, ya que en último caso las razones de cada persona para tomar uno de estos trabajos, son muchas veces muy variadas y todas las personas son diferentes.
Sin perjuicio de lo indicado anteriormente, hay motivos que se repiten dentro de las razones que da una persona para ingresar a trabajar a una aplicación. Dentro de las razones más típicas se encuentran un reciente despido y la dificultad de encontrar un nuevo trabajo, un tema que se esta expandiendo rápidamente por el mundo. Por otro lado también esta la necesidad de ir generando más ingresos para la familia y muchas personas además de tener un trabajo principal aprovechan tiempo libre para hacer algún tipo de trabajo extra.
Otra de las razones es que muchas personas, sobre todo generaciones más recientes, no tienen el mismo nivel de gastos que generaciones pasadas, ya que puede ser que no cuenten con la necesidad de pagar un préstamo estudiantil, además tampoco tienen la necesidad de pagar por un lugar donde vivir ya que eso lo tienen solucionado, además no tienen y no esperan tener hijos, por lo que viven con necesidades muy diferentes y con formas de ver la vida distintas, donde la libertad personal y la posibilidad de determinar uno mismo sus horarios de trabajo, son valores que prefieren no transar.
Otro aspecto importante es la migración, ya que las poblaciones migrantes ven en las aplicaciones una forma rápida de incorporarse al mercado laboral, ya que muchas veces para obtener un trabajo formal, se piden una serie de documentos que las personas no tienen o que demorarían mucho en obtener.












