Tiempo como un Commodity

Reloj de arena que representa al tiempo

Un commodity, en palabras simples, es una materia prima y si bien las materias primas son bienes físicos, entonces ¿Cómo podemos ver el tiempo como una materia prima? Pues bien, en el caso de las inversiones a largo plazo, como su nombre lo implica, lo que necesitamos es el tiempo necesario para que se cumpla dicho plazo, tiempo para que ciertas inversiones den el fruto esperado y así, en definitiva dejas que pase el tiempo para que estas inversiones se desarrollen.

Si nos ponemos en el caso de ser una persona de 35 años y nos damos cuenta de que debido a que las tasas de interés que dan ciertos instrumentos dan como resultado que nuestro capital debe pasar como mínimo 10 a 15 años para que el resultado sea atractivo, pues es mucho más fácil tomar esta determinación cuando tenemos 20 o 25 años, que a los 35 o 40 años.

Debemos darnos cuenta que como personas de 20 años tenemos una ventaja invaluable en forma de tiempo disponible para que inversiones de este tipo (de largo plazo) puedan darnos buenos frutos con el paso del tiempo. En relación a este tema, hay un concepto que vale la pena darla una vuelta e investigar su funcionamiento y es “el interés compuesto”, ya que este elemento puede convertirse en nuestro mejor amigo al momento de conocer los diferentes instrumentos financieros disponibles en el mercado.

En Concreto

Si somos inversores que tienen un perfil en el cual no nos interesa estar revisando diarios, noticiarios económicos, blogs o Vlogs financieros cada día o cada semana, entonces es más probable que la alternativa de inversión más adecuada para uno sea las diseñadas para un perfil de inversor conservador o de bajísimo riesgo. En esta visión la mecánica es tener un pequeño capital y poner ese dinero en un instrumento de  inversión que tendrá una ganancia baja, pero que es sostenible en el tiempo, una inversión que se vaya alimentando a sí misma (interés compuesto) y que por tanto crezca también con el tiempo.

En esta situación necesitamos de unos 20 a 30 años, para que este instrumento de unas ganancias que al final de ese tiempo nos genere un ingreso importante, es por eso que conocer estas alternativas en una etapa temprana de nuestra vida laboral, es clave y así poder tomar una determinación respecto de la mejor forma de administrar nuestro incipiente patrimonio pensando es que esperamos para el futuro.

Lo anterior, si bien no es un secreto, es una opción que muy pocas personas toman, esto es debido que a los 20 años, nadie piensa en lo que sucederá en 30 años más. Si pudiera dar un mensaje a un joven en este punto de su vida, sería que estudiara esta opción con visión de futuro. Realizar este tipo de inversiones, en este punto de la vida de una persona, es una alternativa de bajo costo y que puede dar un muy buen fruto en la edad madura de esa persona.

Ese ingreso puede ser visto como un ingreso extra, como complemento de un sueldo formal o incluso como un bono para un retiro temprano de la vida laboral. Por otro lado, no hay un momento mejor para pensar en nuestra vejez, que cuando somos jóvenes, ya que al tener una vida por delante podemos tomar 2 o 3 caminos distintos de forma simultanea y ver como cada uno de esos caminos se desarrolla en 10 años, por ejemplo y seguir ejecutando el que mejores réditos te vaya dando; esto es mucho mas difícil de planear a los 50 años, cuando ya tienes muy pocas alternativas.

Si nuestra idea de vida es trabajar hasta el día de nuestra muerte, este punto no tiene mucho sentido, pero este mensaje es para aquellos que tengan la idea o ambición de poder retirarse joven de la vida laboral, para así poder disfrutar de la tercera edad de la manera más cómoda posible y, con la posibilidad de darte pequeños lujos en forma de viajes o pequeños proyectos personales, en los cuales la rentabilidad no sea el objetivo principal.

Debemos darnos cuenta de que los viajes en el tiempo (hasta hoy) no existen, y si nos percatamos de que estas alternativas de inversión son un buen instrumento para nosotros, pero iniciamos a los 30 años, ya perdimos 10 años de nuestra vida que no volverán, 10 años de ganancia son muchas ganancias. Ahora bien una forma de compensar el tiempo es aumentar el capital inicial, pero esto es un factor limitante ya que en una edad adulta es mucho más difícil poder contar con dinero extra, sin embargo podemos tener las mismas ganancias a los 30, si comenzamos a los 20 a utilizar inversiones de largo plazo, pero con un aporte mucho menor.

El timming es todo

Entiendo que a los 20 años, preocuparse por el futuro o por el retiro al pensionarse, no es más que una idea abstracta, aun más cuando nadie te pide pensar en ello, lo que esta en nuestra mente en este momento son otras cosas más inmediatas, relaciones, fiestas, pasarlo bien. Pero si queremos pasarla bien hoy y también en el futuro, es a los 20 el mejor momento para tomar este tipo de decisiones de futuro.

Tomar, por ejemplo, una cuenta de ahorros con un monto fijo de interés (que este sobre el IPC) e ir depositando mes a mes una cantidad, que no tiene por qué ser mucho, pero si es necesario que sea un depósito constante todos los meses, incluso hay páginas de instituciones financieras que te permiten programas dichas transferencias, de tal forma que podrías dejar activada esta transferencia mensual y olvidarte de que existe (no realmente ojo).

Otra alternativa igual de recomendable, es abrir una libreta de ahorro para la vivienda, en este caso ni siquiera es necesario que estemos pensando en adquirir una vivienda, pero la invitación es a pensar en lo siguiente, ya que no sabemos si en unos años más vamos a necesitar tener una cuenta de este tipo y para la obtención de un subsidio uno de los elementos más valorados es el tiempo que nos mantengamos haciendo depósitos regulares, lo bueno es que estos depósitos no tienen que ser un monto alto, puede ser un monto pequeño, lo importante es que sea constante y sostenido en el tiempo; si al pasar unos 10 años (por ejemplo), no tenemos la necesidad de postular a una casa, no dejes pasar la oportunidad, puedes postular de todas formas y tomar esa casa para arrendarla en el futuro o, en el peor de los casos usar ese monto para una nueva inversión que te de más réditos. 

Imagen de Nile en Pixabay

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Deja un comentario acá