Hacer la perdida

renunciar al dinero
 

Al hablar del mundo de las inversiones, se suele contar las historias de éxito más que las de derrota, esto es debido a que uno queda mucho mejor parado cuando habla sobre aquella inversión que te genero una jugosa ganancia más que el error que se llevo buena parte de tu dinero.

Pero una cosa que no debemos perder de vista es que, sobre todo al inicio, lo más probable que ocurra es que perdamos dinero de alguna manera, ya sea en una mala inversión, por el pago de alguna comisión que no teníamos contemplada o incluso alguna condición que no entendimos y que terminamos por no cumplir y esa ganancia ofrecida no se llega a materializar.

¿Qué es "Hacer la perdida"?

Lo anterior lo podemos entender como perdida de nuestro capital debido a las condiciones de los instrumentos en los que invertimos, pero hay otro tipo de perdida de capital en la que podemos incurrir, pero esta dependerá más de nuestro actuar, ya que es una perdida que aun no se ha materializado y que se hace real solo cuando actuamos de forma negativa sobre ese instrumento. Si lo anterior no se entendió para nada, trataré de dejarlo más claro en los párrafos siguientes.

Cuando se habla de “hacer la perdida” se trata de una forma de decir y se puede traducir a una terminología más técnica, como “materializar la perdida”, en definitiva hacerla real; ¿A qué nos referimos con esto? Pongámonos en la siguiente situación: Cuando invertimos en un fondo mutuo (por ejemplo) nosotros tomamos un capital (en moneda local) y ponemos ese capital en este fondo, al realizar este proceso lo que nosotros estamos haciendo es comprar el derecho de participación, en un porcentaje, en ese fondo y ese porcentaje lo representan las cuotas.

Estas cuotas (dependiendo del tipo de instrumento) no cambian, si compramos 1000 cuotas, siempre tendremos esas misma cantidad, lo que cambia es el valor que tiene cada cuota y eso nos da el valor que representa la participación que tenemos, si este valor baja, esto representa una "perdida inmaterial", pero si vendemos todas nuestras cuotas (por miedo) estamos materializando esa perdida.

 Un ejemplo

Lo mismo que se dijo antes en números es más o menos así: Si tenemos 1 millón de pesos e invertimos en un fondo donde el valor cuota de ese fondo es de 100 pesos, entonces habremos comprado 10.000 cuotas, independiente de lo que ocurra, nosotros siempre tendremos este mismo número de cuotas.

Con el tiempo se producen 2 situaciones, puede subir el valor cuota o puede bajar, en el caso que suba el valor estaremos en la situación ideal, y la diferencia del valor actual versus el valor de compra, multiplicado por la cantidad de cuotas que tenemos, será nuestra ganancia.

En la segunda situación, si el valor cuota baja radicalmente, imaginemos una desvalorización importante y supongamos que el valor cuota queda en 50 pesos; en este caso nuestras 10 mil cuotas representan una valorización de 500 mil.

Si bien un cambio de valorización, como el descrito anteriormente, es muy poco probable que se de en un periodo corto de tiempo, es un escenario posible, quizás eso si en el transcurso de varios meses. En este caso nosotros tendremos las mismas 10 mil cuotas y si en este momento pensamos que el instrumento puede seguir perdiendo valor tenemos  la opción de vender todas nuestras cuotas y rescatar lo que quede de nuestro dinero. En este caso “haremos la perdida” ya que hacemos material la desvalorización del fondo.

Ya que “hacer la perdida” es una elección, ¿Qué pasa si elegimos hacer nada?, si elegimos no retirar todo el dinero del fondo, una opción es esperar, ya que debemos saber que la economía tiene ciclos y, este fondo que hoy esta desvalorizado, si logra sobrevivir, puede volver a valorizarse y llegar a tener un valor cuota cercano o incluso mayor al que tenia en un principio.

Y es por esto que una de las recomendaciones es siempre invertir el dinero que estés dispuesto a perder, ya que esperar que el valor de un fondo se recupere puede tardar un periodo de tiempo indeterminado, desde meses hasta incluso años.

En base a todo lo anterior, hay un escenario que no se ha hablado ya que en general lo que la mayoría de las personas hace y, con justa razón, es materializar la perdida y tratar de recuperar lo máximo posible, pero esta decisión suele ser impulsada por el miedo a perderlo todo. Sin embargo debemos dejar las emociones a un lado cuando tomamos decisiones en el mundo de las inversiones y un ejemplo de esto es este tercer escenario que se comento antes.

Ocurre que hay inversionistas que pueden estar en la misma situación anterior, viendo que sus 10 mil cuotas pasan de un valor de 100 por cuota a solo 50, pero lejos de asustarse, entienden que esto pude ser causado por un mal ciclo económico, pero que dicho fondo tiene la capacidad de recuperarse, en ese caso toman una decisión solo para valientes y es que lejos de pensar en rescatar lo que queda de dinero, hacen una segunda compra, ya que en este caso podemos comprar otras 10 mil cuotas, pero en vez de tener que desembolsar 1 millón, solo tendremos que recurrir a 500 mil, a esto también le llaman “comprar con descuento”.

Poniendo en números lo anterior, ya contamos con 20 mil cuotas las cuales nos contaron 1,5 millones, si el valor por cuotas se ha  mantenido en 50 pesos, nuestro capital de momento es de 1 millón. Ahora dejemos que pase el tiempo, analicemos que pasa si al pasar de unos meses el valor por cuota llega a 30 pesos, entonces nuestro capital sería de 600 mil; acá nuevamente nos vemos ante la decisión de tomar una de 3 alternativas, salir, quedarse o aumentar la cantidad de cuotas.

Supongamos que la opción tomada del ejemplo anterior es que nos quedamos con las 20 mil cuotas y esperamos, lo que puede ocurrir es que al paso de los meses el valor cuotas de este instrumento pase a ser de 75 pesos, entonces nuestro capital ahora será de 1,5 millones.

Lo anterior quiere decir que si bien el valor cuota del fondo, no ha llegado al valor inicial de compra, pero incluso así y, debido a la compra a un valor menor, en este punto ya estamos recuperando la inversión inicial. Si exploramos más aún el ejemplo, supongamos que el valor cuota vuelve a estar a 100 pesos, en este escenario tendremos que nuestro capital llega a 2 millones.

En definitiva

Todo lo anterior, si bien se ve como un escenario extremo, es una situación que puede ser perfectamente real y a la que nos podemos ver enfrentados de alguna u otra manera, quizás la única diferencia sea que los montos y variaciones no sean tan extremos, pero la forma en la que cada uno reaccione ante esta situación va a depender exclusivamente de nuestro perfil como inversor, por tanto en cada caso será distinto.

En el mundo de las inversiones, cuando uno se enfrenta a un escenario de perdida, como la descrita en este post, se suele decir que vivir estas experiencias son las que separan a los hombres de los niños y te enseña que tipo de inversor eres.


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